sábado, 8 de septiembre de 2012

Feliz cumpleaños Virgencita

Hoy se celebra el nacimiento de nuestra amada Madre, y cómo no honrarla, si Ella nos trajo de nuevo la luz al mundo, el perdón de los pecados y la esperanza de una nueva vida.

Querida Madre, mujer excepcional, libre de pecado y mancha, que seas Tu quien nos guié a la vida eterna para poder encontrar la paz y el sociego que nuestro Señor nos tiene prometidos.  

Bendita Tú antes de nacer y por los siglos de los siglos!!!

"Dios está con Ella. Es suya desde antes de que existiera. Él la conducirá por sus vías y toda amargura se transformará en paradisíaca miel. Ahora sé de tu mamá... todavía un  poco antes de ser toda de Dios..."

Los padres de María Santísima se llamaban Joaquín y Ana, y eran dos piadosos israelitas que cuando recogían sus cosechas las distribuían en tres partes: una para los pobres, otra para el  Templo y la tercera para los gastos del hogar. Como Dios prometió: "El que generosamente da, generosamente recibe", les recompensó sus bondades consediéndoles el inmenso honor de ser los padre de la Virgen María, madre del Redentos, y abuelitos de de Jesucristo.



El ángel habló entonces: "Ana tendrá una Niña Inmaculada y de Ella saldrá la salud del mundo. No debe lamentar Ana su esterilidad, que no es para su deshonra sino para su gloria. Lo que tendrá Ana no será de él (Joaquín) si no que por medio de él, será un fruto de Dios y la culminación de la bendición dada a Abraham". Joaquín no podía comprender esto, y el ángel lo llevó detrás del cortinado que estaba separado lo bastante para poder permanecer allí. Vi que el ángel ponía delante de los ojos de Joaquín una bola brillante como un espejo: él debía soplar sobre ella y mirar. Yo pensé que el ángel le presentaba la bola, según costumbre de nuestro país donde, en los casamientos, se presenta al sacristán. Cuando Joaquín echó su aliento sobre la bola, aparecieron diversas figuras en ella, sin empañarse en lo más mínimo. Joaquín observaba. Entendí que el ángel le decía que de esa manera Ana daría a luz, por medio de él, sin ser empañada. El ángel tomó la bola y la levantó en alto, quedando suspendida. Dentro de ella pude ver, como por una abertura, una serie de cuadros conexos que se extendían desde la caída del hombre hasta su redención. Había allí todo un mundo, donde las cosas nacían unas de otras. 

Lectura recomendada: http://www.capillacatolica.org/NacimientoVirgenMaria.html

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