El mes de julio está encomendado especialmente para rendir honor a la Sangre que nuestro Señor Jesús derramó en la cruz para sanar nuestras culpas y pecados.
Meditemos acerca de lo que ello significa, del amor misericordioso que esconde este acto de entrega total, de desprendimiento y salvación.
Padre amado, permite que seamos dignos de ser cubiertos con la sangre de tu Hijo, que seamos capaces de amar este sacrificio que aun hoy nos alimenta, redime y guarda.
Alma de Cristo santificame
cuerpo de Cristo, salvame
sangre de Cristo, enbriagame,
agua del costado de Cristo, lavame
pasion de Cristo, confortame
oh mi buen jesus, oyeme
dentro de tus llagas, escondeme
no permitas que me aparte de ti
del enemigo malo defiendeme
en la hora de mi muerte, llamame
y mandame ir a ti.
para que con tus angeles y santos te alabe
por los siglos de los siglos
Amén.
Señor Jesús, en
Tu Nombre, y con el poder de Tu Sangre Preciosa sellamos toda persona,
hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiera
hacer daño.
Con el Poder de
la Sangre de Jesús sellamos toda potestad destructora en el aire, en la
tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas
satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno, y en el mundo
en el cual nos moveremos hoy.
Con el poder de
la Sangre de Jesús rompemos toda interferencia y acción del maligno. Te
pedimos Jesús que envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo a la
Santísima Virgen acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael y
toda su corte de Santos Angeles.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestra casa, todos los que la habitan (nombrar a cada una de ellas),
las personas que el Señor enviará a ella, así como los alimentos, y los
bienes que El generosamente nos envía para nuestro sustento.
Con el poder de
la Sangre de Jesús sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, paredes y
pisos, el aire que respiramos y en fe colocamos un círculo de Su Sangre
alrededor de toda nuestra familia.
Con
el Poder de la Sangre de Jesús sellamos los lugares en donde vamos a
estar este día, y las personas, empresas o instituciones con quienes
vamos a tratar (nombrar a cada una de ellas).
Con el poder de
la Sangre de Jesús sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los
negocios de toda nuestra familia, y los vehículos, las carreteras, los
aires, las vías y cualquier medio de transporte que habremos de
utilizar.
Con Tu Sangre
preciosa sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los
habitantes y dirigentes de nuestra Patria a fin de que Tu paz y Tu
Corazón al fin reinen en ella.
Te agradecemos
Señor por Tu Sangre y por Tu Vida, ya que gracias a Ellas hemos sido
salvados y somos preservados de todo lo malo.
Amén.