El pasado sábado se celebró el día de Consagración al Inmaculado Corazón de nuestra Madre María.
“Dios quiere establecer en el mundo la devoción
a mi Inmaculado Corazón. A quien la abrace le prometo la
salvación; y serán amadas de Dios estas almas, como
flores puestas por mí para adornar su trono” (2ª
aparición, 13 de junio de 1917).
Consagrarse significa ofrecerse en cuerpo, alma y espíritu al servicio de Dios u otro propósito sagrado, en este caso al Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre, mujer que ha dado todo por la humanidad y que fue presentada por su hijo Jesús como nuestra Madre y principal intercesora.
Consagrarse a su corazón significa no solo ofrecerse a su servicio, sino ofrecerse totalmente al servicio de su Hijo Jesucristo, recordemos que María Santísima siempre ha obedecido la voluntad Divina y Ella sabe que su Hijo es Santo y Poderoso y antes que a Ella, pide consagrarse al Corazón de Jesús para obtener grandes gracias y bendiciones.
Oración al Inmaculado Corazón de María
Corazón de María, el más amable y compasivo de los corazones
después del de Jesús
trono de las misericordias divinas
a favor de los miserables pecadores
yo reconociéndome sumamente necesitado
acudo a ti en quien el Señor
ha puesto todo el tesoro de sus bondades
con plenísima seguridad de ser por ti socorrido
tú eres mi refugio, mi amparo, mi esperanza;
por esto te digo y te diré en todos mis apuros y peligros,
“Dulce corazón de María, se la salvación mía”.
después del de Jesús
trono de las misericordias divinas
a favor de los miserables pecadores
yo reconociéndome sumamente necesitado
acudo a ti en quien el Señor
ha puesto todo el tesoro de sus bondades
con plenísima seguridad de ser por ti socorrido
tú eres mi refugio, mi amparo, mi esperanza;
por esto te digo y te diré en todos mis apuros y peligros,
“Dulce corazón de María, se la salvación mía”.
Cuando la enfermedad me aflija, o me oprima la tristeza
o la espina de la tribulación llague a mi alma,
“Dulce corazón de María se la salvación mía”.
o la espina de la tribulación llague a mi alma,
“Dulce corazón de María se la salvación mía”.
Cuando el mundo, el demonio y mis propias pasiones
unidos para mi eterna perdición me persigan con sus tentaciones
y quieran hacerme perder el tesoro de la divina gracia,
“Dulce corazón de María, se la salvación mía”.
unidos para mi eterna perdición me persigan con sus tentaciones
y quieran hacerme perder el tesoro de la divina gracia,
“Dulce corazón de María, se la salvación mía”.
En la hora de mi muerte, en aquel momento espantoso
de que depende mi eternidad
cuando se aumenten las angustias de mi alma
y los ataques de mis enemigos,
“Dulce corazón de María se la salvación mía.
de que depende mi eternidad
cuando se aumenten las angustias de mi alma
y los ataques de mis enemigos,
“Dulce corazón de María se la salvación mía.
Estas gracias espero alcanzar de ti Corazón Inmaculado de María
A fin de que pueda verte y gozar de Dios en tu compañía
por toda la eternidad en el cielo.
A fin de que pueda verte y gozar de Dios en tu compañía
por toda la eternidad en el cielo.
Amén.
que linda oración pilita. voy a pasar por aquí como cada día para rezarla. gracias por tu mensaje a mi correo.
ResponderEliminarTQM AMIGA.
VIVI. :o)
HOLA PIEDAD,QUE HERMOSA ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA,QUE ELLA TE GUARDE SIEMPRE BAJO SU MANTO Y TE PROTEJA DE TODO MAL.
ResponderEliminarUN ABRAZO GIGANTE,GRACIAS POR TUS BELLOS COMENTARIOS EN MI BLOG.
Hola: que bonito blog tiene.
ResponderEliminarHermosa Oración dedicada a nuestra madre del cielo.
Dios la bendiga.
Un abrazo.