Las palabras de la Virgen Maria (2)

Hoy revisaremos otra de las frases que la Santísima Virgen pronuncia y por medio de la cual podemos ratificar que su misión era única y sublime: Traer de nuevo el amor y la sanidad al pueblo necesitado de Dios. 

Revisemos y  meditemos esas palabras de nuestra Madre Celestial.

 

II Frase de María: En la visitación a su prima Isabel

 

Entonces María dijo: "Mi alma canta la grandeza del Señor. 

Y mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador. 

San Lucas (Lc 1, 39-49)

En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo,  exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?. Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.
Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".

María dijo entonces: "Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:¡su Nombre es santo!

Isabel, una mujer anciana, que durante años deseó un hijo y solo en su vejez vió su deseo cumplido recibe con alegría y estupor la visita de la Santísima Virgen, y siente en su ser que el Señor ha hecho algo especial en su prima María. 

Isabel sabe que solo la fe grande de María Santísima, permitió que nuestro Padre la eligiera para tan gran designio y a través de Ella se nos diera la oportunidad del amor y la salvación nueva.

¿Como nos cuenta ver las gracias y bendiciones que recibimos a cada instante?. Cada inspiración y expiración nos trae el regalo de la vida y de su mano todo lo que nos alimenta, nos alegra, nos inspira y nos motiva. La vida misma nos trae oportunidades en cada acción o situación.

No olvidemos también, que muchas veces pensamos que no somos bendecidos, porque no obtenemos lo que deseamos o pedimos, es ahí donde más agradecidos debemos estar, porque quizá no hemos visto que no tenemos lo que pedimos, pero que segúramente hemos obtenido gracias mayores y que santifican nuestras vidas y las hacen más santas y cercanas al plan perfecto del Cielo.

Petición: Oh Señora y Madre mía, dame el don del agradecimiento, de poder ver con los ojos del alma y los del cuerpo todas las gracias con las que mi vida y la de los demás se ve premiada y bendecida a cada instante, pero sobre todo dame la gracia de saber administrar de acuerdo a la voluntad de nuestro Padre esas gracias que me otorga. Amén