Las palabras de la Virgen María (4)

Hoy llegamos al último día del mes de mayo, mes en que muchos países ofrecemos a la Santísima Virgen en su honor.

Deseo unirme en este cierre de mes presentándoles una de esas frases que nuestra Madre nos dejó como legado y que por siempre serán motivo de ejemplo a seguir.

IV Frase de María: No tienen vino... 

 

"No tienen vino"

"Hagan lo que Él les diga"

San Juan (Jn 2, 1-11)

Tres días más tarde se celebraba una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. También fue invitado Jesús a la boda con sus discípulos.

Sucedió que se terminó el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino.» Jesús le respondió: «Mujer, ¿por qué te metes en mis asuntos? Aún no ha llegado mi hora.» Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan lo que él les diga.» Había allí seis recipientes de piedra, de los que usan los judíos para sus purificaciones, de unos cien litros de capacidad cada uno. Jesús dijo: «Llenen de agua esos recipientes.» Y los llenaron hasta el borde. «Saquen ahora, les dijo, y llévenle al mayordomo.» Y ellos se lo llevaron. Después de probar el agua convertida en vino, el mayordomo llamó al novio, pues no sabía de dónde provenía, a pesar de que lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua. Y le dijo: «Todo el mundo sirve al principio el vino mejor, y cuando ya todos han bebido bastante, les dan el de menos calidad; pero tú has dejado el mejor vino para el final.» Esta señal milagrosa fue la primera, y Jesús la hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.

Reflexión: 

Hemos insistido en esa labor de Madre que intecede ante su Hijo, el Hijo de Dios, para que atienda las necesidades de sus hijos menores: nosotros quienes a pesar de nuestras carencias, caídas constantes y faltas de amor y caridad estamos clamando por su mediación para que nos acerque al corazón de nuestro Padre y su hijo Jesucristo y nos haga dignos de su Misericordia.

Como no amar a esa Madre que aun sabiendo que su Hijo tenía un plan preparado por Dios, insiste de manera humilde y pide para que sus hijos no pasen verguenza y sean ayudados. Es tal su amor incondicional que Jesucristo no puede dejar de oir y atender a la súplica de una madre, Madre que no gusta del pesar y del dolor de sus pequeños y que aun sabiendo de su indignidad en muchos casos está atenta para auxiliarnos y presentarnos ante el Padre amoroso.

"Hagan lo que Él les diga"... Ella sabía que su hijo por amor a su sencillez, sentimiento de protección maternal y por respeto a la mujer que su Padre le había encomendado, no podía dejar de escuchar su súplica, no sin antes recordarle de manera sutil que si lo hacía era porque su Padre a bien tenía concederlo. Cómo no atender a una madre suplicante, amorosa y atenta a las necesidades de sus hijos?. La respuesta es la mejor: el mejor vino, el mejor momento de la fiesta, la bendición final venida del cielo por intermedio de la Virgen, nuestra Madre María!!!.

 

Petición: Madre de amor, Madre bendita, Madre incondicional, enséñanos a confiar cada vez más en tu Hijo y sigue insistiendo e intercediento por nosotros, hijos tuyos, pecadores y sedientos de ese vino que sana, purifica y santifica.

Permite que cada vez que intercedas por nosotros, también seamos capaces de hacer lo que Él finalmente necesita que hagamos: abrir y preparar el recipiente de nuestro corazón y nuestra vida, y estar ansiosos de  recibir el fruto de su amor: el vino santo y celestial que nos consuela en la soledad, el dolor, la angustia, la enfermedad, y que nos conforta y sacia en la alegría, el gozo y la salud y la vida.

Salve María, Madre de amor, Madre de intercepción y Madre de bondad

Gracias por sus oraciones, las cuales me han fortalecido y me acercan a mi Padre que sé me acompaña. Sigan orando junto a mí y por mí por favor.